lunes

Dos Sabines que por éstos días me hacen la ronda...

Me doy cuenta de que me faltas
y de que te busco entre las gentes, en el ruido,
pero todo es inútil.
Cuando me quedo solo
me quedo más solo
solo por todas partes y por ti y por mí.
No hago sino esperar.
Esperar todo el día hasta que no llegas.
Hasta que me duermo
y no estás y no has llegado
y me quedo dormido
y terriblemente cansado
preguntando.
Amor, todos los días.
Aquí a mi lado, junto a mí, haces falta.
Puedes empezar a leer estoy cuando llegues aquí empezar de nuevo.
Cierra estas palabras como un círculo,
como un aro, échalo a rodar, enciéndelo.
Estas cosas giran en torno a mí igual que moscas,
en mi garganta como moscas en un frasco.
Yo estoy arruinado.
Estoy arruinado de mis huesos,
todo es pesadumbre.



Casida de la tentadora
Todos te desean pero ninguno te ama.
Nadie puede quererte, serpiente, porque no tienes amor,
porque estás seca como la paja seca y no das fruto.
Tienes el alma como la piel de los viejos.
Resígnate.
No puedes hacer más sino encender las manos de los hombres
y seducirlos con las promesas de tu cuerpo.
Alégrate.
En esa profesión del deseo nadie como tú para simular inocencia
y para hechizar con tus ojos inmensos.

1 comentario:

Nacho Sánchez dijo...

muy bonito elprimer párrafo...

de verdat !