A fin de cuentas se trata de los ojos puestos sobre algo que se desconoce pero que se sabe profundamente. Tal distinción absurda no es más que el reflejo acuoso del origen, del principio de todo, el camino sagrado del retorno.
Yo no puedo sentir otra cosa que vergüenza y creo que la avestruz no se oculta por los mismos motivos. Mis palabras son vacías porque carecen del misterio necesario para andar, para ser. No sirven, como yo misma. Todo da vueltas en mi cabeza y no tengo ya fuerzas para nada que no sea el arrepentimiento y la nostalgia de saberte perdido.
«Puedes empezar a leer esto y cuando llegues aquí empezar de nuevo. Cierra estas palabras como un círculo, como un aro, échalo a rodar, enciéndelo. Estas cosas giran en torno a mí igual que moscas, en mi garganta como moscas en un frasco. Yo estoy arruinado. Estoy arruinado de mis huesos, todo es pesadumbre»
«"El ruido tiene una ventaja. No se oyen las palabras". Se dio cuenta de que desde su infancia no hace otra cosa que hablar, escribir, dar conferencias, inventar frases, buscar expresiones, corregirlas, de modo que al final no hay palabras precisas, su sentido se difumina, pierden su contenido y se convierten en residuos, hierbajos, polvo, arena que vaga por su cerebro, que le duele en la cabeza, que es su insomnio, su enfermedad. Y en ese momento sintió el anhelo, oscuro y poderoso, de una música inmensa, de un ruido absoluto, un bullicio hermoso y alegre que lo abrace, lo inunde y lo ensordezca todo y en el que desaparezca para siempre el dolor, la vanidad y el nihilismo de las palabras. ¡La música, la negación de las frases, la música, la anti-palabra! Anhelaba estar durante mucho tiempo abrazado a Sabina, callar, no decir ya nunca más una sola frase y dejar que el placer se funda con el estruendo orgiástico de la música. En medio de aquel feliz ruido imaginario se durmió.»
3 comentarios:
Llevo todo el día buscando tu rastro y no he hallado mas que ausencias de tu presencia (absurdo) como memorias de tu dolor (?). Te hablé en mal momento porque las cosas por acá no van bien, pero eso no importa, me importas tu, hoy más que cualquier otro día. Mis repetidas faltas y desatinos son mi lastre y justo hoy quería terminar mi día (tu día) sintiendome feliz porque tú estuvieras feliz...lo estás?...sean las razones que sean para que el avestruz esconda la cabeza...a la larga, esconde la cabeza y esa onda underground produce mucho más que migraña, yo lo sé porque justo hoy saqué mi cabeza de la tierra y justo hoy quería mostrar y abrir el pico para decir lo que siempre olvido decir en el día en que hay que decirlo. Pero noto con cierta tristeza y confusión que mis intenciones van derecho pa´l estanco, lugar que para mi no es nada extraño. Pero no es de mi de quien se trata este panfleto, este no es mi día, este no es mi momento y de egoísta y egolatra ya pequé más que demasiado.
El mono late con fuerza, el corazón también, las sonidos se me derriten en la boca justo antes de convertirse en palabras, las palabras no tienen sentido si no hay a quien decírselas. Son muchas las que te quiero decir hoy, hoy no mañana, ni el lunes, ni el mes próximo, hoy y justo hoy, pero yo de topo poco y si el avestruz insiste en sepultar la cabezota, pues me tocará jalarle las plumas de la cola (conservare unas cuantas para el recuerdo) para tratar de hacerle ver que en el día del avestruz, el avestruz no esconde la cabeza, en el día del avestruz, el avestruz corre más rápido y más alto que nunca, casi que vuela, porque quedarse bajo tierra cuando el cielo está por conquistar?
Cuántas plumas arranque aquí?
Cuántas necesita el avestruz perder para sacar la molleja?
Cuántas días al año el avestruz puede volar?
Hoy es un instante sin sentido. No importa hoy.
Y las avestruces no vuelan nunca.
vaya viernes...
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