martes

Buuuuuuu uuuu uu

Se acostumbra uno a no sorprenderse. A no esperar y en ese sentido a no desilusionarse. Pero que bonito se torna el mundo cuando algo extraordinario ocurre: un sol radiante luego de la noche helada, «Here comes de sun» en lugar del gallo despertador, la cita extraña, la visita de los viejos amigos, la cena favorita en casa, la memoria construida con pedazos que faltan pero que ya en el recuerdo se confunden con lo verdadero, la camiseta de Jamiroquai, las monedas que aparecen en la chaqueta olvidada y renovada...Tantas cosas que le entra a uno la preocupación de Job.
Pero bueno, se equilibra el peso con la gripa que se renueva con cada embate del clima y las facturas que aguardan el sello del banco.

1 comentario:

PORSUIGIECO dijo...

...es más grande la desilusión cuando nadie espera nada de uno, sobretodo si existen razones de sobra para ello, sobretodo cuando hay tanto para dar, sobretodo cuando uno se siente muy solo y no.sé.por.qué se aisla del mundo y se encierra en su propia tristeza...eso sí que es triste...
decir lo siento es cliché repetido y jarto, en semejantes circunstancias sólo me queda apelar a lo que nos conecta que es mucho más grande que estos repetidos desatinos...

Michelle, ma belle.
These are words that go together well,
My Michelle.

Michelle, ma belle.
Sont les mots qui vont tres bien ensemble,
Tres bien ensemble.