El frío mata. Está dicho. Ha llovido, todo es tan extraño ahora. Me lo he perdido. A pesar del clima los días han sido cálidos, luminosos, llenos de ruido y gente. Han sido útiles, en cierta medida.
Ahh, perder el tiempo. El tiempo -elemento extraño- escurriendose sin-ton-ni-son, esperándose a sí mismo mientras aparecen las hadas del hacer. Pero tampoco es cuestión de hacer -tejer, coser, comer, leer...- sólo de esperar... desear sin sentido.
«¿Porqué aún tengo la vida?»
Pierdánse nuestros pasos un ratito más. Esperen ver cómo nos asesinamos lentamente en éstas calles heladas (un decir), como si nos escondieramos de alguien, como si fuera malo jugar a los canívales.
1 comentario:
al esconderme, me asesino lentamente...
quizás el canibalismo debería empezar por uno mismo.
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