martes

Tedio y motivos para no volver

Se ve tan lejos, tan pequeño. No es cierto que se trate de la luna enfrentada a los espejos enormes donde la vimos reflejada esa noche, en esas calles heladas. No se trata tampoco de nostalgia, de dimensiones, de afectos... Son sólo ojos vacíos que miran y recorren algo que no saben, que se desconoce, que no tiene conciencia. Parece un accidente, una distancia recorrida en máquina del tiempo, incesante; un desollar algo hueco. ¡Qué delicia el deseo, las ganas! ¡Qué delicia el paso siguiente en el camino del abismo! ¡Qué delicia las lenguas enfrentadas en saberes dulces, oscuros, profundos! ¡Qué terrible no tener eso! Estar anclado en un punto sin moverse, sólo mirar las posibilidades sin atreverse a la decisión y ver el sol caer y levantarse y sólo verlo y nada más...

2 comentarios:

Nacho Sánchez dijo...

qué bien te expresas, y la mirada, tan misteriosa, tan llena de vida desconocida en las cuencas de los desconocidos...


como decía un chiste de el jueves:
ante el tedio, pegamento y medio.


saludos
que pase ud. un buen fin de semana.
gracias por pasarte.

Nacho Sánchez dijo...

oye pero como me gusta lo que has escrito....
lo he releido otra vez


muy bien