martes

Pinche piedra...

Debo un libro de la biblioteca y seguramente no podré llevarme ninguno hasta dentro de mucho tiempo. Puedo excusarme diciendo que era muy grande (lo es), muy complicado (eso no es tan cierto) y que no pude renovarlo por la web.
El caso es que no pude leerlo de una sentada. Primero por lo largo (y el trabajo, los niños, las obligaciones) y segundo porque un extraño deseo de no permitirle continuar me llenaba los ojos.
Hablaba de los secretos. De cómo no se hacen evidentes ni aún cuando quisieramos. Es que no es fácil decir algo con lo que se vive y sólo despues de un tiempo se da uno cuenta de que no es normal, de que el resto del mundo lo ve mal.
Secretos propios y de nación. Secretos imposibles de descubrir.
¿Puede el amor vencer el secreto?
Yo creo que no... quisiera pensar que no. Porque los secretos son lindos y hacen parte de mis motivos para amarte. Pero no quisiera que, como en el libro, el secreto te llevara lejos de mi. En ese caso, yo también te buscaría, hasta encontrarte en el fondo de un pozo, en un hotel oscuro o en el canto extraño de algún pájaro invisible.

PS. Ahora voy por Norwegian wood

Murakami, Haruki. Crónica del pájaro que da cuerda al mundo [Traducción de Lourdes Porta y Junichi Matsuura]. Barcelona: Tusquets, 2001.

No hay comentarios: